Desde el 2014, el uso de facturas electrónicas se volvió una obligación para los contribuyentes en México, quienes tuvieron que adoptar el modelo de facturación conocido como CFDI (Comprobante Fiscal Digital por Internet), dejando atrás el uso de facturas tradicionales.
Actualmente, el CFDI cuenta con una versión actualizada desde el 2017, llamada CFDI 3.3 y que busca adaptarse a las nuevas necesidades de los contribuyentes y mejorar los procesos de facturación electrónica con el objetivo de reducir fraudes y acabar con la evasión fiscal.
A pesar de que el método de facturación electrónica ya tiene tiempo implementándose, aún siguen existiendo dudas entre los contribuyentes, sobre todo en aquellos que recién están comenzando. Es por ello que a continuación aclaramos algunas de las inquietudes más frecuentes acerca del régimen de facturación electrónica en México.
De acuerdo al artículo 29 del Código Fiscal de la Federación, todos los contribuyentes están obligados a emitir comprobantes digitales a través de internet (facturación electrónica).
Aquellos que tengan alguna actividad económica donde atiendan al público en general, pueden expedir comprobantes simplificados y estarán autorizados a emitir una factura electrónica diaria, semanal o mensual, en la que se expresen los comprobantes de las operaciones realizadas con el público.
El CFDI es un documento en el que se describe el costo de los productos y servicios adquiridos. En él se detallan los impuestos correspondientes, así como otros datos que corresponderían a una factura tradicional. En resumen, las facturas electrónicas cumplen con las mismas condiciones legales que las facturas de papel.
Una factura electrónica debe contener alguna información adicional para que su autenticidad puede ser garantizada por el SAT, como un Certificado de Sello Digital (CSD). Este se trata de una firma electrónica avanzada que proporciona validez ante el SAT y es necesaria para poder expedir facturas electrónicas.
Para su obtención, las personas morales o físicas deberán inscribirse en el Registro Federal del Contribuyente (RFC) y realizar la solicitud. Así mismo, también podrán obtener un Certificado de Sello Digital para toda su facturación o bien para cada una de sus sucursales y establecimientos.
Cuando se emite una factura electrónica se generan dos archivos, uno en formato PDF y otro en formato XML. En este caso, el formato XML es aquel que tiene valor ante el fisco y que resulta realmente importante para el SAT.
Por otro lado, la factura en formato PDF podrá ser enviada por correo electrónico al buzón que indique el receptor, podrá ser almacenada en una memoria USB o ser entregada en cualquier medio que se acuerde entre ambas partes.
De igual forma, los emisores de facturas electrónicas están obligados a presentar ante sus clientes el archivo XML en caso de que el receptor lo solicite.
Según lo indicado por el SAT, la forma correcta de expedir una factura electrónica dentro de un establecimiento es la siguiente:
Las especificaciones técnicas del CFDI 3.3 se encuentran expresas en el Anexo 20 de la Resolución Miscelánea Fiscal. Las modificaciones más destacadas en esta nueva actualización son las siguientes:
Para más información sobre la versión 3.3, el SAT pone a disposición de los contribuyentes la Guía de llenado de los comprobantes fiscales digitales por Internet.
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